Se trata de dos compadres que tenían un rancho cada quien, pero debido a la gran sequía que asechaba ese año, decidió uno de ellos vender su rancho y se fue a la cuidad de México.
Llegó a un hotel y pidió un cuarto y le dieron uno que tenía vista al ascensor.
Un día observando el ascensor vio que subió una persona y bajaron 4. El pensó yo meteré una vaca y bajarán 4.
Decidió irse a su pueblo y contarle al compadre quien también decidió vender su rancho y se fueron a la aventura.
Llegaron, pidieron el mismo cuarto y le dice compadre: No tarda y sube uno.
Después de unos minutos sube una persona y al rato bajaron cuatro.
"Oh, si es cierto compadre" dice uno de ellos.
"¿Y por qué no nos subimos los dos y bajamos seis? Si se muere uno quedan dos de cada quien."
"Si es cierto compadre."
Y así lo hicieron. Llegan al ascensor y se suben. Les dice el encargado del ascensor:
"¿A cual piso?"
Y contesta uno de ellos:
"¡No... si mi compadre es el que estaba de terco que viniéramos!"
Llegó a un hotel y pidió un cuarto y le dieron uno que tenía vista al ascensor.
Un día observando el ascensor vio que subió una persona y bajaron 4. El pensó yo meteré una vaca y bajarán 4.
Decidió irse a su pueblo y contarle al compadre quien también decidió vender su rancho y se fueron a la aventura.
Llegaron, pidieron el mismo cuarto y le dice compadre: No tarda y sube uno.
Después de unos minutos sube una persona y al rato bajaron cuatro.
"Oh, si es cierto compadre" dice uno de ellos.
"¿Y por qué no nos subimos los dos y bajamos seis? Si se muere uno quedan dos de cada quien."
"Si es cierto compadre."
Y así lo hicieron. Llegan al ascensor y se suben. Les dice el encargado del ascensor:
"¿A cual piso?"
Y contesta uno de ellos:
"¡No... si mi compadre es el que estaba de terco que viniéramos!"
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